Mierda, tan solo eso.

Un fuerte olor me hace fruncir la nariz. Es apestoso. Me tapo las fosas nasales con la manga del jersey, pero ni aún así consigo evadirme. El hedor es tan fuerte y tan asqueroso que se queda pegado en la ropa. Busco lugar para resguardarme, pero lo contamina todo. Es el olor de la falsedad. La desconfianza se palpa y la tensión puede cortarse. Los amigos de verdad están escondidos. Y sólo si tienes mucha paciencia puedes encontrarlos. Gente como tú, sincera. Que de verdad valga algo. Adelante, no te rindas. Busca con paciencia, traga mierda, y vomita verdades. Sólo así podrás empezar a levantar los dedos de las manos.




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