Recuerdo cuando paseábamos por aquella playa 
y lo único que me preocupaba era
que no consiguiera 
enamorarte.

Y sentir cada resquicio de tus dedos,
deslizándose por los míos,
significaba caer de bruces contra el suelo
y rendirme a los pies del amor.

No necesitaba mucho para sentir que era inmortal,
siempre y cuando tú no anduvieras muy lejos.
Y la explosión de felicidad en la que se resumía mi corazón
cuando me sonreías,
cuando me abrazabas,
cuando me querías.
O al menos,
fingías hacerlo muy bien.

Y es que antes de conocerte,
solo pensaba en la forma de arreglar todos los corazones rotos
que me iba encontrando en el camino.
Porque sabía perfectamente
lo que es tener una arteria clavada en un pulmón,
No tener una válvula de escape para todas esas veces
que el aire parece dejarnos solos.
Un pinchazo continuo en un pecho vacío,
que solo sirve para respirar.
Y como buen desastre que soy,
nunca lo conseguí.

Hasta que un día
llegaste a mi vida,
con tus andares
y tus manías
me cogiste de la mano,
y desde ese preciso momento en el que me miraste con ojos sinceros
no hubo marcha atrás.
Ni marcha adelante.
ni hacia ningún lado que no fueran tus mentiras.

Pero hoy vuelvo a pisar fuerte.
Quiero encontrarnos de frente,
y decirte,
que no entiendo nada de lo que has hecho conmigo.
Que del pedestal en el que yo pensaba que estaba
he caigo al sótano mas profundo.
que tengo mil preguntas en el tintero
y tu ni siquiera
haces amago de quitarte el sombrero
cuando paso a tu lado
te miro
y haces retumbar el suelo
con tan solo una mirada.

Y es que a día de hoy sigo pensando en aquel momento en el que me di cuenta
de que me habías hecho perderme,
para mi desgracia,
no contigo.
Y se que yo soy la responsable de este desastre.
De este terremoto de desprecios,
de esta guerra de orgullo que
desde hace mucho,
has ganado.

Pero no por ello voy a tirar la toalla.
porque a diferencia que tu,
yo desde el primer día
fui valiente,
y a día de hoy,
aun con lagrimas en los ojos,
y el corazón perdido en alguno de tus besos,
sigo siéndolo.
Aunque sepa que tus labios ya no son míos,
y que tu intención conmigo,
no sea viajar hasta que se termine la gasolina.


Aunque sepa, que hay sitios
que ya no volveremos a pisar juntos,
y si te soy sincera,
 no quiero que los pisemos con nadie mas.
Porque fue nuestra primera vez reinando las alturas,
entre pequeñas dulzuras,
que marcaron nuestro principio.
Y también,
nuestro final.

Después de todo lo que te he dicho,
solo espero,
que no
me olvides
jamás.

ten por cuenta que yo no lo haría,
porque gracias a ti,
mi corazón a vuelto a la vida.
y eso no lo cambio
por nada.