Perdidos

No sé qué pasa en mi cabeza,
que me arañas
las pestañas,
y me rompes el alma.

No sé qué pasa en tu mundo 
que obstaculiza mi órbita,
me pone en modo incógnita
y me gasta la batería.

Que no,
Que no quiero oírte reír en mi espalda.
Que yo quiero oírte reír en mi risa.
Y que mi sonrisa,
se refleje en tu boca.

No sé qué provocas
que esta tonta,
y pobre loca se descoloca
al perderse en tus ojos.

Guíame con tu boca,
que la brújula 
la pongo 
yo.

Las promesas y las dudas siempre en el mismo trago.
Que me imagino que será así, 
que querrás tener a centímetros a quien tienes a kilómetros.
Que siempre tendrás a alguien para que te levante,
pero también para que te tire.
Que el dolor es inevitable, 
pero el sufrimiento es opcional.
Y que lo importante no es que dure eternamente, 
sino que valga la pena.

Incompatibles

Maravilloso el día en que conocí tus armas de mujer.
Que te declaré la guerra porque no conocía tu paz.
Que te mentí,
porque no sabía decir la verdad.

Marchítanse las flores cuando te ven pasar.
Tu cadera contoneándose, chica,
es algo sobrenatural.
Quisiera que me enseñaras a bailar,
sin pisar.
Que lo de hacernos polvo
mejor que se quede en echar.

Perdóname porque te he arrancado el corazón.
Te juro que intenté cuidarlo.
Pero tú razón 
es demasiado seria para una montaña rusa como mi (son)risa.
Perdóname por engañarte tantas veces
que ya
no sé que ha sido verdad
ni en qué he mentido. 

Quiero verte desnuda al contraluz de la ventana.
Quiero que guardes tu corazón bajo llave
y lo alejes de mí.
Yo solo quiero arrancarte la ropa y teclear orgasmos en tus costillas.
Quiero besar tu cuello y conducir por tu ruta 66.
Quiero que no me quieras más.
Quiero que me odies y me hagas sangrar.
Quiero sentir tus caninos palpitar.
Quiero que no me cortes las alas, 
sé libre,
aprende a volar.
Quiero que te agarres a mis brazos mientras te veo viajar.
Que bonito es dominarte mientras tú te vas.
Que bonito es mirarte
cuando no me quieres,
cuando no me retienes,
cuando me dejas marchar.

Que bonito es tener que hacer la cama porque cierras la puerta.
Que bonito es que la culpa se evapore con el sudor.

Que bonito sería que entendieras lo que quiero decirte.
Que no, 
que no, 
que no quiero romperte.
Que si,
que si,
que si,
que quiero romperte.