Vale por una carta de amor y un beso en la mejilla.

Y con el alma desnuda y apuñalada por un filo invisible te confieso que quiero huir

Huir como una cobarde, pero huir.


Tan lejos que no pueda volver jamás a recordar cuando intenté destruirme y casi lo consigo. 
Tan lejos que nunca parezca suficiente. 

Quiero huir de ti, de él, y de ellos. 

De las mentiras piadosas y no tan. De las lágrimas, las tardes sentada en el frío de los azulejos, intentando ser alguien que no quiero ser. 
O quizás mejor, intentando no ser quien era. 
Y quien, en ocasiones, soy.

Quiero irme tan lejos que nadie pueda seguir mis huellas, que se me olvide de donde vengo y a donde voy. 
Empezar de cero. 
Recrearme, o al menos, intentarlo.

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