Miedo.


Al final todo se reduce a eso.

El odio, 
la ira, 
la rabia,
Todo es miedo.


Miedo a que una persona te haga daño 

o a perderla.


Miedo a hundirte a cada paso.



A la soledad.

O a la multitud.


A la muerte propia,

o ajena.


Y todo ese odio que enfocamos en el prójimo...



Lo creamos como un cuchillo apuntando al propio corazón,

Apretando al mismo compás 
que el nudo de la garganta.

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