Me gustaría decirte que vuelvas,
que te echo de menos.


Que sin nuestra rutina me cuesta completar la mía, 

que no te he olvidado,
ni me he acostumbrado a estar sin ti.
Que el tiempo que pasábamos juntos, 
ahora lo vivo 
en la soledad de nuestros recuerdos,
entre los brazos fantasmas que un día me abrazaban.



Me gustaría que me dijeras qué hice mal,

que dije que te ofendió,
o que no dije, quizás mejor.


Necesito que suene el teléfono y tropezarme una y mil veces con tu voz al otro lado.

Porque las heridas dejan de doler si estoy entre tus labios.


Necesito que me digas que nada ha cambiado, 

que me echas de menos, 
y que quieres volver a hacerme tuya 
otra noche de tormenta
en la que lo único que está bien 
somos nosotros.

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